miércoles, 18 de julio de 2012

El derecho al delirio



Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;

el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;

la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;

los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.
Para la cátedra de la religión
Por Eduardo Galeano
Cuando llegué a Roma por primera vez, yo ya no creía en Dios, y no tenía más que a la tierra por único cielo y único infierno. Pero no guardaba un mal recuerdo del Dios padre de los años de mi infancia, y en mis adentros seguía ocupando un lugar entrañable el Dios hijo, el rebelde de Galilea que había desafiado a la ciudad imperial donde yo estaba aterrizando en aquel avión de Alitalia. Del Espíritu Santo, lo confieso, poco o nada me había quedado: apenas el vago recuerdo de una paloma blanca de alas desplegadas, que caía en picada y embarazaba a las vírgenes.

No bien entré al aeropuerto de Roma, un gran cartel me golpeó los ojos:

BANCO DEL ESPÍRITU SANTO.
Yo era muy joven, y me impresionó enterarme de que la paloma andaba en eso.

viernes, 2 de diciembre de 2011

El genio de la Multitud.


Hay suficiente traición y odio,

violencia.

necedad en el ser humano corriente

como para abastecer cualquier ejercito

o cualquierjornada.

y los mejores asesinos

son aquellosque predican en su contra.

y los que mejor odian

son aquellosque predican amor.

y los que mejor luchan en la guerra

son -al final- aquellos que

predican

paz.

aquellos que hablan de dios.

necesitan a dios

aquellos que predican paz

no tienen paz.

aquellos que predican amor

no tienen amor.

cuidado con los predicadores

cuidado con los que saben.

cuidado conaquellos que

están siempre

leyendo

libros.

cuidado con aquellos que detestan

la pobreza o están orgullosos de ella.

cuidado con aquellos de alabanza rápida

pues necesitan que se les alabe a cambio.

cuidado con aquellos que censuran con rapidez:

tienen miedo de lo que

no conocen.

cuidado con aquellos que buscan constantes

multitudes; no son nada

solos.

cuidado con

el hombre corriente

con la mujer corriente

cuidado con su amor.

su amor es corriente, busca

lo corriente.

pero es un genio al odiar

es lo suficientemente genial

al odiar como para matarte, como para matar

a cualquiera.

al no querer la soledad

al no entender la soledad

intentarán destruir

cualquier cosa

que difiera

de lo suyo.

al no ser capaces

de crear arte

no entenderán

el arte.

considerarán su fracaso

como creadores

sólo como un fracaso

del mundo.

al no ser capaces de amar plenamente

creerán que tu amor es

incompleto

y entonces te

odiarán.

y su odio será perfecto

como un diamante resplandeciente

como una navaja

como una montaña

como un tigre

como cicuta

su mejor arte.

Charles Bukowsky -

Abraza la oscuridad

La confusión es el dios

la locura es el dios

la paz permanente de la vida

es la paz permanente de la muerte...

la agonía puede matar

o puede sustentar la vida

pero la paz es siempre horrible

la paz es la peor cosa

caminando

hablando

sonriendo

pareciendo ser

no olvides las veredas,

las putas,

la traición,

el gusano en la manzana,

los bares,

las cárceles

los suicidios de amantes.

aquí en estados unidos

hemos asesinado a un presidente y a su hermano,

otro presidente tuvo que dejar el cargo.

la gente que cree en la política

es como la gente que cree en dios:

soban aire con pajitastorcidas.

no hay dios

no hay política

no hay paz

no hay amor

no hay control

no hay planes.

mantenete alejado de dios

permanece angustiado

deslizate.

Charles Bukowsky -

domingo, 20 de noviembre de 2011

lunes, 13 de diciembre de 2010

Make a wish when your childhood dies...Hear the knock, knock, knock when she cries.
We're all alone tonight.
Hold your breath when a black bird flies..
Count to seventeen and close your eyes..I'll keep you safe inside